Las resistencias necesitan de héroes, el sacrificio es la moneda corriente a pagar para todos los que deciden luchar por la justicia. Kinshasa makambo (Dieudo Hamadi, República Democrática del Congo | 2018) es un retrato crudo de héroes, son historias de personas asustadas por el peligro de la muerte, abandonas por su familia que contienen la esperanza lo más que pueden como reteniendo aire para no ahogarse. Su compromiso con la causa a pesar del peligro, el miedo y el fracaso es lo que los engrandece como héroes.
Dieudo Hamadi acompaña a tres líderes de grupos ciudadanos durante las protestas contra el presidente Kabila en República del Congo. El ultimátum para que Kabila deje el poder no da ninguna certeza ni seguridad. La protesta y la convulsión social son el ritmo de la película, logrados de gran manera debido a que Hamadi se hace parte de las protestas y enfrenta a la represión armada a punta de cámara. Es totalmente ideal para la historia la escena del documental donde Hamadi huye de las balas sin voltear la cámara, “mirando” directamente a quienes le disparan a matar.
También se trata de coraje y mala fortuna. Hamadi se enfoca en mostrar que sus protagonistas son víctimas sin intentar martirizarlos, y es que son personas vulnerables como cualquiera que aguantan el dolor, la soledad y la incertidumbre con puro coraje. Y, a pesar de tanto ánimo y valentía, lo más difícil será enfrentarse a la adversidad de la frustración y la impotencia.
Finalmente, desaliento. Ese es el sabor que queda en la boca al acabar la película, pues quizá se celebran tanto las revoluciones tan romantizadas que apenas nos ocupamos de lamentarnos por las revoluciones fracasadas, donde el esfuerzo no alcanza, donde los muros son más resistentes que los héroes, muros donde los más sacrificados se estrellan y se deshacen. Un documental sobre la lucha, la justicia, el fracaso y la desazón.
Película de la sección Panorama Radical, del Festival de Cine Radical 2019.
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