Ciclo de cine #BoliviaRadical virtual
Del 14 al 30 de julio de 2020
Programación completa e inscripciones para visionados AQUÍ.
Visionado virtual de
Las armas de casa (M. Cardozo, L. Borda, 2017)
Viernes 24/07 [VISIONADO]
Apertura de visionado de Alex Rouch y las elecciones en Bolivia (A. Fernández et al, 2019), Las armas de casa (M. Cardozo, L. Borda, 2017), Guerratatayta mikhuyakapusqa
(M. E. Solares, M. Díaz, 2015). Disponibles por 24 horas. Acceso a la
película previa inscripción. Formulario de inscripción disponible desde
el miércoles 8 de julio: https://forms.gle/LQiTM2q2jJfXQGDi6
Sábado 25/07 | 19:30 hrs. [CONVERSATORIO]
Conversatorio con las directoras Massiel Cardozo, Marisol Díaz y Alexandro Fernández. Transmisión en vivo por la página en Facebook del Festival de Cine Radical, sin inscripción previa necesaria.
Entrevista con la co-directora de Las armas de casa, Massiel Cardozo
Imagen Docs: ¿Cómo surgió la idea del cortometraje Las armas de casa?
Massiel Cardozo: La idea surge a partir de la convocatoria “Juventud de Película”, para realizar cortometrajes sobre la dictadura. Esta iniciativa estaba organizada por Imago e Incubarte. Yo andaba buscando oportunidades como esta para seguir formándome, no podía pagar cursos o algo parecido. Necesitaba una historia cercana porque notaba que los documentales y la ficción que veía estaban narrando lo íntimo. Lamentablemente, o afortunadamente (aunque suene contradictorio), no tenía en la familia o en un entorno cercano alguna historia que contar sobre dictadura. Había algo desde el inicio que me decía que debía buscar historias de mujeres, porque los recuerdos que tenía sobre algunos documentales que vi sobre dictadura, en la mayoría de los casos las figuras protagónicas eran masculinas. Busqué a una amiga que trabajó una base de datos sobre mujeres en la universidad y una de sus categorías era la participación en la dictadura, había historias muy interesantes, valiosas, pero que perdían el brillo de un desenlace en la actualidad, porque esas mujeres ocupaban cargos jerárquicos en la universidad, lo que de algún modo era contradictorio a los ideales por los que habían peleado como universitarias en la dictadura.
ID: ¿Cómo conoció al personaje y su historia?
MC: Busqué a la investigadora Alejandra Ramírez, quien rescató historias de vida en diferentes etapas de la historia en su libro Warmis Valientes. Había historias increíbles, entre ellas la de Domitila Chungara, mujer minera parte del Comité de Amas de Casa de la mina Siglo XX. No elegí esa historia porque pensaba que sobre doña Domitila, un personaje que admiro, se habían dicho ya muchas cosas. Alejandra luego pasó a contarme sobre otro personaje que fue parte del Comité de Amas de Casa, esta vez de Huanuni, doña Zenobia Machicado, de quien tomó una cita para su libro, que decía: “Cuando hicimos la huelga y volvimos a Huanuni nuestros compañeros nos decían que ya no éramos las amas de casa, sino que habíamos vuelto para ser Las Armas de Casa”, esto último en alusión a una canción de Luis Rico.
En ese instante todo hizo click, tenía que hablar de las amas de casa. Me contacté con doña Zenobia. La primera vez que hablé con ella por teléfono sentí que estaba hablando con mi abuela ya fallecida, sentí algo familiar en el tono. Mis abuelos y padres son de las minas. Era ella el personaje que tanto estaba buscando. Tal fue la conexión con la historia de doña Zenobia que terminé resolviendo muchas preguntas que tenía sobre mis abuelas y mi linaje femenino, y también me di cuenta del gran aporte de las amas de casa de las minas a la lucha de las mujeres en Boliva hasta la actualidad.
¿Qué aspectos piensas que son urgentes considerar cuando se trata de representar historias de mujeres?
Las mujeres tenemos muchas cosas que decir, ahora en el confinamiento siento que cada vez que me permiten o me permito hablar es muy difícil que pare. Así pienso que ha sido el silencio de las mujeres durante mucho tiempo, cargado de pensamientos, experiencias y emociones acumuladas. Creo que solo hay que saber escuchar y escarbar, de ahí salen los aspectos a considerar, no podría reducir la historia de una mujer solamente a sus logros, a sus dificultades, o a sus emociones, o la romantización de su sacrificio o la culpa que pueden sentir por haber hecho una cosa en desmedro de otra. Creo que hay que buscar la voz propia en cada historia.
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