Deja que estas líneas me evoquen. Que la vista no te engañe, que la bandera no limite y congele mi existencia con sus fronteras, la propiedad privada, la diversidad cultural y el suspiro de lo que fue. No sometas a Cristo solo al discurso decolonial o las cruzadas. Y, sobre todo, no me sitúes en un espacio ajeno al de vos, inerte, triste, sin posibilidad de elección. Que mis cuencas vacías, carencia de nariz, escasos dientes, piel carcomida, calvicie, y que aquello que huele y se palpa hueco, duro, desprovisto de materia gris, y ningún ápice de emoción te engañe. Esto que ves no necesariamente soy, no me restrinjas a aquello que se ha construido mediante el sistema experto de la biología y la filosofía, como desprovisto de ser y vida, porque SOY, y al ser existo en un entramado de interacciones con lo tangible e intangible. Existo en la medida que te hablo, te hago soñar, te protejo, te aconsejo, te abro los caminos para encontrar empleo, hago que tu ser amado se fije en vos, te ayudo a concentrarte para aprobar tus exámenes en la escuela o para hacer la tesis, te proveo de salud, escucho lo que acongoja a tu corazón; transmito tus mensajes a los seres amados que se encuentran en otros mundos, a los dioses y entes que habitan estas tierras. Existo porque confías en mi escucha y mis destrezas. Existo porque me alimentas, porque somos amigos y familia. Existo porque nos acompañamos.
Soy en la medida que comunico una ancestralidad que oscila entre la invención y la continuación de una tradición en la que se relacionan diversos mundos y seres. Sirvo y me sirven actores gubernamentales y académicos con capacidad de circular discursos e imágenes a gran escala, y configuro una realidad que se conjuga con la realidad occidental, que nubla mi existencia al dictaminar verdades sociales, naturales y materiales. Sin embargo, no dejo de actuar por ello. Mi labor va en aumento, me multiplico, viajo a través de mis imágenes e historias. Aumenta mi prestigio y devoción en la medida que soy parte de prácticas y discursos que me exotizan, e invitan a conocerme. Tómate una foto conmigo, llévate el recuerdo del Sur Global. Ese sur que configura al mercado cultural de la diversidad, que entre más destinos naturales y culturales tenga, más empleos generará a través de los visitantes, y más estrellas obtendrá de las empresas de tours internacionales. El país marca regula la cultura al registrarla y administrarla por y para el pueblo. Aquella entidad abstracta por la que circulan los discursos del origen de los tiempos, el territorio y la identidad. Ese sur me posibilita a estar frente a vos, pasar del susurro al grito y dejar caer el pedazo de terciopelo púrpura que me ocultaba. Ese sur y sus políticas me visibilizan, dejan de negarme y encapsularme en lo demoniaco y moralino.
Yo decido dónde voy y con quién estoy. Mi amor, fuerza y poder es de todo aquel que cuido y me cuida. No distingo género, raza, religión, bondad, maldad, oficio o profesión. Lo mismo entrego mi cariño al ladrón que al comerciante, a la chola diputada o a la prostituta, a los católicos o a los ateos, a la especialista ritual o a mi propia familia consanguínea. Acepto mesas rituales de cualquier índole, rezos y cantos en cualquier idioma. Apoyo en el contrabando y al más justo, acompaño al más acaudalado y al más humilde. Amo al que se acerca de la forma más sincera, y me ofrece su cariño con una vela, un puño de coca, cigarro, refresco o un traguito. Sin embargo, también me gusta el lujo y la abundancia. Castigo al que me engaña o me deja en el olvido. Intercambio mis servicios de abogado, policía, profesor, juez, delincuente o sanador, por diversas sumas monetarias. El 8 de noviembre amigos, devotos y familiares celebran mi existencia con opulentos prestes, misa católica, música, baile, trago o simplemente un paseo por el Cementerio General donde me regalan coronas de flores y el viento me acaricia.
Soy el nexo entre el pasado y el presente. Envisto lo político, lo religioso, la vida, la muerte y lo intermedio. Soy persona desde el origen de los tiempos y el espacio. El cementerio es de mis lugares predilectos, pero me arropo en el calor del hogar donde cualquier ser humano es capaz de habitar. Soy y engendro lo social, anímico y místico. Soy el mysterium tremendus et fascinans de R. Otto, así como lo endemoniadamente santo.
Ahora es momento de penetrar en tus pupilas. Déjate sorprender, y si un ligero escalofrío recorre tu cuerpo es sólo el prejuicio en el que fuiste formado, aquello que piensas que soy, pero que no necesariamente es cierto o no del todo.

Emotivo por el lazo consanguíneo, fuerte por lo expresivo de tus letras,orgulloso de que seas mexicana,y tremendamente feliz de que seas mi hermana , bravo
Qué alegría provocarte emoción y que mi trabajo sea para todos y todas. Un gran abrazo. Orgullosa de vos también estoy hermano.