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Los soldados del Chaco

Publicado en Semanario Aquí, el 13 de febrero de 1988. Documento consultado en la Hemeroteca de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Reedición en los Cuadernos de investigación MUJERES/CINE: Bolivia 1960-2020, proyecto de Imagen Docs y el Festival de Cine Radical, con el apoyo del Centro Cultural de España en La Paz.

Una nación que maltrata y humilla a sus ancianos, que mata de hambre a sus héroes, no debiera existir.

La insultante indiferencia con la que el gobierno actual trata la suerte de los excombatientes y beneméritos de la Guerra del Chaco revela una falta de respeto imperdonable a nuestra Patria, un grado de insensibilidad humana alarmante, que revela la ausencia de identificación con el destino de las mayorías nacionales, sean compuestas estas por millones de niños desnutridos, hombres y mujeres sin trabajo o sufridos ancianos que ayer defendieron con su vida y sangre los recursos naturales de los que actualmente se nutre nuestra economía.

En un diálogo dramatizado por el trasfondo de llantos de las viejitas viudas de los defensores del petróleo, que acompañan a los excombatientes en su desesperada medida de la huelga de hambre, pudimos recoger algunas opiniones y relatos:

—¡No estamos pidiendo limosnas sino reclamando lo que nos corresponde! Son millones de dólares acumulados por disposiciones de ley, que se lo han dispuesto, olvidándose de nosotros, ¡robándonos!

—Cuando yo volví del Chaco, después de tres años de luchar, encontré a mis seis hermanitos huérfanos, ¡mi padre y mi madre se habían muerto…! Yo estaba mutilado… en Villamontes una carcaza me quitó mi brazo derecho…

—Solo como lagua amarilla, niñita… pago de alquiler 40, otros gastos como luz, agua y transporte, porque ya no puedo, como antes, el año pasado nomas, andar solo a pie… se va el dinero y ya para comer cada dos días, un día pancito nomas…  ¿no es estar en huelga de hambre siempre? ¿no es morir de hambre esto?

—El gobierno dice que es falso que han muerto excombatientes en la huelga de hambre…

—¡Cuatro se han muerto ya como consecuencia de esta huelga! ¿Qué quiere el “Mono”?, ¿que vayamos a morir a sus pies? Ya mal los han sacado, moribundos y han muerto… ¿acaso importa dónde mueran? ¡Para meternos policía, inteligencia! Para eso son rápidos, son ágiles y [para] cambiar las cosas a su favor, ¡sin respetar ni a esos hermanos muertos por la huelga! Sin el menor respeto…

—¡Ahora hemos decidido sortearnos para irnos a suicidar frente al Palacio de Gobierno! ¡Uno cada día! ¿Quiere terminarnos, no? Bueno pues, ¡como hombres vamos a morir! No de hambre como quieren ellos. ¡No como animales! ¡Hemos defendido esta Patria! ¡Hemos dejado cincuenta mil jóvenes muertos! ¿Para qué, para que se nos trate así…?

—¿Acaso el Presidente ha sufrido como nosotros, los soldados del pueblo? Él estaba pues de “etapero” muy tranquilo, ¡comiendo bien! ¡Nosotros teníamos que beber nuestro propio orín! ¡Hemos pasado en la selva comiendo carne de muerto! Mire, de las piernas sabíamos cortar, ¡para no morir nosotros…!

—Yo digo, señorita, verdad es que preferimos nos acaben de una vez a bala que hacernos morir hambreando como si fuéramos animales malignos… ¡Somos los soldados del Chaco! ¡No tenemos miedo a las bajas!

—He llegado al grado de Coronel, ¡coronel de ejército! Yo le digo, señorita periodista, que una nación que maltrata y humilla a sus ancianos, que mata de hambre a sus héroes, no debiera existir… ¡No es posible! Acaso ustedes, los jóvenes, ¿no se dan cuenta? ¿Hasta cuándo van a estar durmiendo, hasta cuándo van a estar con la boca cerrada, permitiendo que se entregue nuestro país a los Estados Unidos, aceptando todo lo que imponen? ¡Esa deuda externa! Para pagar intereses, más de 200 millones de dólares el año pasado. ¿Cómo es posible que tenga tanta consideración con esos banqueros súper ricos y que mate de hambre a su propio pueblo? Dígame usted, ¿eso puede hacer un gobierno nacional?  ¡No, señorita periodista!, ¡eso hacen los cipayos nomas! Eso es lo que quieren los gringos de afuera y los gringos de adentro, ¡como ese Sánchez de Lozada…!

—Yo hacía poemas para mis hermanos pilas… y del otro lado de la trinchera había también otro poeta que me enviaba en papelitos sus poesías, deseándome suerte y su deseo de que nos conozcamos si salíamos vivos… un día ya no me contestó nunca más… ¡Eran nuestros hermanos también… campesinos y obreros como nosotros, llevados a matarse sin saber por qué…! Ahora vivo bajo una grada, me han botado de mi cuartito porque ya no podía pagar los veinte pesitos de alquiler… no tengo familiares…

—¿Se acuerda alguno de sus poemas?

—Soldadito paraguayo… soldadito… (se pone a llorar).

Más de una semana 1500 beneméritos de la Guerra del Chaco estuvieron en huelga de hambre. Decenas de hospitalizados graves y cuatro fallecimientos es el saldo, mientras lo único que hace el gobierno es prometer el 50% a sus rentas vitalicias.

El vicepresidente de la Federación de Beneméritos Ignacio Téllez explica: “El reclamo que hacemos es para que se dé cumplimiento a la Ley del 16 de mayo de 1980, que la expresidenta Lidia Gueiler promulgó, es decir, que los impuestos a la cerveza y cigarrillos, etc. tenían que beneficiar a nuestro sector; pero hasta el momento no hay ese aumento. ¿Acaso lo que pedimos es limosna? Es un derecho que nos corresponde.”

“El Ministro Sánchez de Lozada dice ‘no hay dinero, estamos en crisis’, pero nosotros nos preguntamos por qué no rebajan los sueldos a diputados, ministros y militares y que estos últimos ni siquiera estuvieron en la trinchera de la Guerra del Chaco, solo saben reprimir a su pueblo y no al enemigo.”

El benemérito Carlos Aguirre dice: “Nosotros lo que percibimos como pensión vitalicia es 100 bolivianos y las viudas 90 Bs., lo cual no alcanza para las más mínimas necesidades; el 80% de nuestro sector vive con eses ingreso de hambre, por lo que vemos, el gobierno es tan insensible que no está dejando vivir en la miseria.”

La viuda Rosalía Cabrera remarca: “A mí no me alcanza 90 bolivianos y algunos pesos me gano lavando ropa, pago alquiler de mi cuarto en la zona del Cementerio; no sé hasta cuándo voy a trabajar, ya tengo 72 años y no puedo seguir así, pedimos al gobierno que de 90 nos aumente a 200 Bs. para que podamos vivir.”

Por su parte, la viuda Carmen Chacón, afligida y llorosa, dijo: “Ya no se puede aguantar más esta situación de humillación; mi esposo murió por la patria y yo aún sigo sufriendo, no hay respeto a la ancianidad de parte del gobierno, que entienda que ya no podemos trabajar porque estamos cansadas, mal alimentadas; pero si el gobierno tiene oídos sordos pues nosotros seguiremos hasta las últimas consecuencias como los cuatro compañeros que ya murieron.”

El benemérito Fernando Tapia manifestó: “La situación de nuestro sector es penosa, ya que algunos compañeros tienen que venir desde las provincias para cobrar su renta, lo cual significa gastos de pasaje y estadía; Bedregal y Sánchez de Lozada creen que nosotros somos muñecos para que se hagan la burla, pero están muy equivocados, seguiremos en la lucha como estuvimos en la línea de la Guerra del Chaco para reclamar nuestros derechos.”

Por último, Ignacio Téllez afirmó que los beneméritos están recibiendo muchos apoyos de las diferentes instituciones, pero les extraña mucho que no se hayan pronunciado los trabajadores petroleros. “Si el gobierno no pone solución al conflicto del aumento, permaneceremos en la huelga de hambre como Salvador Cosme López, Carlos Manuel Surco, Cayo Otero y otros ancianos que murieron y los otros que están en un estado crítico, además seguiremos con movilizaciones y bloqueos para ser escuchados por el gobierno”, dijo el dirigente Téllez.

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Beatriz Palacios

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