A simple vista Bolivia es un país pequeño, no obstante, platicar de Bolivia en otro país es una tarea desafiante. Cuando hablo con colegas brasileros tratando de transmitir el significado de vivir en Bolivia, no son suficientes las palabras, estas se quedan pequeñas y el tiempo no alcanza para completar algún concepto del país. Las características culturales de Bolivia son tan diferentes a las de Brasil, aunque sean países hermanos, sus historias y cultura tienen giros diferentes. Los procesos de mestizaje no son los mismos, las luchas independentistas también poseen matices diferentes. Aunque haya similitudes, los dos países están muy separados en las dimensiones económica, migratoria, social, política y cultural. Intentaré hablar de la cultura boliviana navegando en el mar de doce millones de personas de São Paulo. Bolivia no es fácil de narrar.
Los lenguajes artísticos son una puerta al diálogo y conocimiento entre países. Tienen herramientas cuando las palabras se quedan cortas. Es a través de las imágenes y experiencias performáticas que trataremos de ver las relaciones que se crean con Brasil, especialmente con São Paulo, que es la ciudad que recibe a la gran mayoría de los migrantes bolivianos. Se trata de una serie de críticas a piezas artísticas realizadas por bolivianos, residentes bolivianos e hijos de migrantes bolivianos desarrolladas principalmente en la ciudad de São Paulo.
Teatro de los Andes

Escénicas
En septiembre de 2022 llegó a participar el grupo de teatro más reconocido de Bolivia, El Teatro de los Andes. En esta ocasión realizaron una colaboración con el grupo Clowns De Shakespeare con la obra FRONTE(I)RA / FRACAS(S)O, presentada en el Festival Ibero-Americano de Artes Cênicas organizado por el Sesc Santos. En São Paulo presentaron una sesión especial de dos días, a modo de ensayo. Lo que vimos no fue la obra final, sino un ensayo público de la obra.
La obra comienza con la participación del público. Los actores interactúan con la audiencia haciéndole preguntas sobre Bolivia. ¿Quién conoce Bolivia? ¿Sabías que en Bolivia hay 36 naciones indígenas con lenguas originarias? En ese momento se empezó a revelar lo mucho que el público brasileño sabe de la cultura boliviana. Los actores crearon una situación muy parecida a la que vivimos los bolivianos en Brasil, el deseo de transmitir Bolivia con palabras, de contar la esencia de Bolivia, los cambios políticos de los últimos años, los problemas internos o hasta intentar explicar el sabor de las comidas. Es difícil explicar lo que vivimos día a día en el otro país. Se revela la línea simbólica que divide nuestras experiencias entre bolivianos y brasileños. En la obra también se dibuja poco a poco una línea fronteriza. La obra teatral cambia entonces de dirección y de forma, el público vuelve a sus asientos y se desarrolla una escenografía cargada de maletas en forma de cajas, que luego se transformarán en un ataúd. Las metáforas visuales son el lenguaje mejor utilizado por el grupo Teatro de los Andes, conociendo su trayectoria, su teatro siempre ha sido espacial y de palabras justas. La obra de teatro comenzó con un diálogo con el público y terminó con un velorio. Pero para llegar a esta muerte se trazó una frontera donde cada vez fue más difícil imaginar un mundo sin divisiones. El personaje que representaba este mundo sin fronteras murió. Luego los demás personajes vivieron como si nunca hubiera existido. La idea de vivir sin fronteras está muerta, una utopía enterrada en el ataúd.
Cholitas de Babilonia
A finales del mes de agosto tuvo lugar en el Sesc Paulista la exposición del colectivo Cholitas de Babilonia. Colectivo formado por integrantes indígenas andinos y migrantes. Una muestra multidisciplinar cuya característica fueron las activaciones de performances a una tras otra. Una exposición viva que traía consigo el performance “Existo, logo descolonize” de Tania Sayri, quien vestida de un aguayo (tejido tradicional andino) sentada en una silla realizaba una intervención con bordado en sus faldas haciendo referencia al trabajo de costureros y bordadores migrantes bolivianos en São Paulo. Por otra parte, la muestra tenía una mesa larga cargada de productos naturales bolivianos, como hojas de coca, diversos tipos de maíz, habas secas, instrumentos nativos, mascaras de muñecos de figuras de la mitología andina como el Tata Danzanti y máscaras de diablo. Una instalación cargada de referencias andinas altiplánicas. De repente se inició un performance muy interesante donde todas las integrantes del colectivo cargaban una gran tela roja, tan grande que podía cubrir toda la sala horizontalmente. Esta membrana, que coloreaba la sala de rojo, empezó a ondear en medio del lugar gracias al grupo que aseguraba alrededor y los visitantes podían ingresar debajo de esta bandera y sentarse o echarse debajo a la sombra de este color. Un acto ritualístico acompañado de sonidos vocales y cantos que daban un ambiente ceremonial, realizados por otra integrante del colectivo, Carolina Velasquez. El performance llamado “Agradecimiento a la Pachamama” creaba tres tipos de espacios. Por una parte, el espacio de abajo donde la gente se sentaba e ingresaba a ese lugar simbólicamente espiritual. Fuera de la bandera era el espacio externo, la sala y el público que aguardaba entrar. El tercer espacio fue marcado por esta membrana que dividía lo que sucedía abajo y afuera, estableciendo una marca importante. Esta separación de espacios es bien frecuente en la pintura colonial andina, donde se ven tres capas simultáneamente, el infierno (Manqha Pacha), la tierra presente (Aka Pacha) y el cielo lleno de ángeles o santos (Alax Pacha). Esta visión de tres espacios es particular de la cosmovisión andina la cual es puesta en escena en este performance de una manera tan espontánea. El colectivo Cholitas da Babilonia tienen el compromiso llevar con ellas estas historias, visiones y partes de la cultura boliviana al contexto de Brasil. Una exposición que no dejó indiferentes a los paseantes de la famosa Avenida Paulista.

Aprovecho de refrescar nuestra pregunta principal ¿Cómo hablar de Bolivia en un país como Brasil? ¿Se revelan otros tipos de modernidades?
Cine: El Visitante

En el mes de octubre llegó la película boliviana El Visitante del cineasta cochabambino Martín Boulocq como parte de la Mostra Internacional de Cinema de São Paulo que celebra su 46va edición. Un festival con una programación seleccionada de los recientes y mayores festivales del mundo. En ese sentido podemos destacar que la película de Martín Boulocq se rodeo con los filmes de directores como Iñarritu (Bardo), Lars Von Trier (Riget Exodous) y de la película ganadora de la palma de oro del festival de Cannes Triangulo de la Tristeza; entre otros filmes consagrados este año. En este escenario se presenta la última película de Boulocq, como ver a través de una ventana de la periferia Cochabambina, de hecho no importa el nombre de la ciudad, no importa la identidad nacional en los personajes de El Visitante, Martín Boulocq tiene la sensibilidad de costurar un lenguaje contemporáneo audiovisual con el sutil drama de un padre que acaba de salir de prisión y no quiere perder la conexión con su hija, quien esta al resguardo tutorial de una familia de pastores evangélicos. Martín demuestra otra vez una escritura de un guion sobrio, sin discursos políticos, sin maniqueísmos ni moralejas. No es en vano que esta película ganó el premio a mejor guion en el Festival de Tribeca 2022, con quien comparte créditos junto a Rodrigo Hasbún. Por el tiempo de una hora y veintiséis minutos vemos desde São Paulo una Bolivia serena, una ciudad que deja avanzar la historia sin conflictos sociales, cabildos o bloqueos; sin demostraciones de folklore o imágenes tan forzadas de “nuestra identidad boliviana” con paisajes del altiplano o personajes indígenas. La película El Visitante trata sobre la identidad, pero de una identidad universal que es el ser y estar presente como padre en las grietas que sufre la relación con su hija a causa de fantasmas del pasado. Se cierra el telón de este pantallazo cinematográfico de Bolivia en esta muestra internacional, pequeño y corto, pero sólido de la mano de un gran director.
Con estas tres presentaciones artísticas llevada a cabo en la gran ciudad de São Paulo traemos la cuestión sobre las complejidades de explicar Bolivia a Brasil. Como en la obra de Teatro de los Andes podemos pasar horas contando a nuestros amigos o colegas sobre la cultura boliviana. ¿Pero como explicamos las diferencias entre mestizo, cholo y chi´xi? ¿Cómo describir en pocas palabras la incompleta transición a la modernidad en nuestro país? ¿Cómo describir en pocos minutos el espíritu nacional que intentó acompañar el desarrollo de las pequeñas vanguardias artísticas en el siglo XX? Preguntas que afectan el presente boliviano. Contar el devenir boliviano a un brasilero es un bate papo (charla) que levanta cuestiones distantes a la realidad paulista, que esperamos que con los lenguajes artísticos podamos encontrar un camino de dialogo para escuchar y conocer más del uno y del otro.
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