La Paz, 28 de junio de 2020 (Imagen Docs). “Cada tres días se mata a una mujer en Bolivia, hay una masacre a goteo de las mujeres bolivianas. En ese sentido, mi traje hoy, ensangrentado, representa, quiere representar a esa sangre derramada. Estas ilusiones, compañeros, son las ilusiones que el Movimiento Al Socialismo ha pisoteado, porque teníamos ilusiones de que cambie esta sociedad, de que sea una sociedad más justa. El tocado que llevo en la cabeza es un tocado de los pueblos indígenas del TIPNIS, los pueblos que defendieron el parque nacional Isoboro-Sécure. Donde están quienes atropellaron sus derechos humanos. Otra de mis propuestas tiene que ver con el tema urgente de la objeción de justicia. No es posible que en el siglo XX en Bolivia varón quiera decir soldado.”
Esta es la voz de María Galindo, a quien escuchamos y vemos en un video que reproduce un personaje en Eugenia (2018), de Martín Boulocq. No es la primera vez que este personaje, un maquillista homosexual (Álvaro Eid), amigo de la protagonista Eugenia (Andrea Camponovo), escucha a María Galindo: antes, cuando se reencuentra con su amiga, lo vemos escuchando una entrevista con la activista feminista en la que esta afirma que el divorcio es la mayor conquista de las mujeres en el siglo XX. En la primera escena que citamos, el personaje gay se maquilla y traviste para un espectáculo de cabaret en la discoteca Babel.

Esta es una de las más recientes representaciones de personajes de identidad sexual diversa en el cine boliviano. Antes, en 2017, se estrenó Las Malcogidas, de Denisse Arancibia, que también tiene un personaje homosexual: Honorio (Bernardo Aracibia), el hermano de la protagonista Carmen, Karmen con K, Miss Trans en varias ocasiones. Antes, en Zona Sur (2009), de Juan Carlos Valdivia, una de las hijas de la familia acomodada de La Paz es Bernarda (Mariana Vargas), lesbiana, universitaria de la UMSA, rebelde.


Las representaciones audiovisuales de la diversidad de identidades sexuales y de género significan un espacio para la lucha por los derechos de las personas de la comunidad LGBTQI y el fortalecimiento de la democracia en las sociedades. En el caso del cine boliviano, estas representaciones están articuladas con cuestionamientos a las representaciones hegemónicas de la masculinidad, la feminidad, la familia y la heterosexualidad. Las representaciones de la diferencia y el otro, sobre todo indígena, en la cinematografía nacional, han sido muy estudiadas, recientemente en un artículo de Sergio Zapata. El abordaje de estas representaciones puede articularse al de las representaciones de la diversidad sexual y de género, en tanto ambos conjuntos pueden ser abordados como actos de mirada desde la teoría social de la visualidad, centrándose sobre lo que se visibiliza, quien ve qué y cómo se interrelacionan la visión, el conocimiento y el poder.
Una de las primeras películas bolivianas en retratar el conflicto de identidades que desbordan la heteronormatividad fue Dependencia sexual (2001), de Rodrigo Bellott. El director cruceño ha tratado representado la discriminación contra la homosexualidad en varias de sus películas: Unicornio, mediometraje de 2015, y Tu Me Manques, largometraje estrenado en 2019, basado en la obra de teatro dirigida por él mismo en 2015.
Además de las cintas mencionadas, existen otras películas de ficción y documentales bolivianos que gozaron de menos visibilidad y que representan la diversidad sexual y de género. A continuación, una lista no exhaustiva de estas producciones:
La ley de la noche (2005)
Dirección: Diego Torres | Producción: Coca Guerrero
Docuficción de la vida de los transexuales en La Paz.

Vida travesti (2006)
Dirección: Diego Torres
Documental. Presentando en el Festival de cine, diversidad sexual y DDHH de La Paz en 2018.

Memorias Colectivas (2013)
Documental que narra la historia del Movimiento de Trans, Lesbianas, Gays y Bisexuales (TLGB) de Bolivia, desde los años cincuenta del siglo XX, hasta la conclusión de la Asamblea Constituyente, el año 2009. Una producción de Extrañamiento Digital Investigación Social y Arte Audiovisual Experimental, y Comunidad Diversidad, con el auspicio de Conexión Fondo de Emancipación.
Yo también Bolivia (2018)
Dirección: Anabel Aceituno y Sergio Taborga | Producción: Jesús Calderón
Miniserie de You Tube. Más detalles en esta nota de Los Tiempos.
Transparente (2018)
Dirección: Jess Velarde
Estrenado en el Festival de Cine, Diversidad Sexual y Derechos Humanos de La Paz, en 2018. Jess Velarde es actriz, compositora, artista plástica y activista por los derechos de personas trans.
Cortometrajes de Coca Guerrero

Directora y productora audiovisual, ha dirigido varios cortometrajes enmarcados en el cine lésbico. Estos han sido presentados en diferentes versiones del Festival de cine, diversidad sexual y derechos humanos de La Paz, creado en 2008.
Cortometrajes: Puntos suspensivos (2019), Filipica Lésbica (2018), Cambiando el mundo (2013), Formato femenino (2013), Preguntas ¿? (2012), Diálogos lésbicos (2010).
Todas las piezas pueden verse en la página de Facebook Cine GLBT La Paz Festival.
Puntos suspensivos (2019)
Festival de Cine, Diversidad Sexual y Derechos Humanos de La Paz
El Festival de Cine, Diversidad Sexual y Derechos Humanos fue creado en 2008. Este encuentro nació con el objetivo de difundir filmes que aborden la diversidad de orientaciones sexuales y cuenta con el apoyo del Centro Cultural de España en La Paz desde 2015. Hasta 2014 se realizó en salas de la Cinemateca Boliviana. En el festival se han estrenado películas de Joao Pedro Rodrigues, Bruce LaBruce, Rosa von Praunheim, Sergio Candel, así como de colectivos de diversos países. También ha estrenado películas y cortometrajes realizados en Bolivia, principalmente por Diego Torres y Coca Guerrero.

Este año 2020 el Festival se desarrollará en el mes de octubre, según se ha anunciado en la página oficial.

Añadir comentario