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Diversidad, masculinidad y compasión: Rodrigo Bellott habla sobre Tu Me Manques

El director, guionista y productor de cine habla sobre Tu Me Manques, su más reciente largometraje como director, antes del estreno de la película en Bolivia, el 22 de agosto.

La película Tu Me Manques, del director, guionista y productor boliviano Rodrigo Bellott, se estrenará el próximo jueves 22 de agosto de 2019. El film tuvo su premiere mundial el 27 de julio en el festival Outfest, plataforma importante de cine LGTBQ en Estados Unidos y el mundo, en el que resultó ganador del Premio del Jurado a Mejor Guion Narrativo. Tu Me Manques, la película, es parte de un proyecto más amplio del director, que comenzó con una de las piezas de la obra de teatro Excepciones, proyecto a la cabeza del dramaturgo Eduardo Calla en 2014, y está directamente antecedida por la escritura y el montaje de la obra de teatro Tu Me Manques, en Santa Cruz en 2015. Estas semanas en La Paz, antes del estreno de la película se realizó la presentación de la segunda edición del libro de la obra de teatro homónima (Editorial La Hoguera), en la 24ª Feria Internacional del Libro de La Paz el sábado 3 de agosto. Ese día, Imagen Docs tuvo una entrevista con Rodrigo Bellott. Este texto, así como los que se generaron antes sobre la presentación del libro de la obra de teatro en La Paz y aquellos que vendrán luego del estreno de la película, tienen el propósito de recoger, de maneras informativa y crítica, los hechos, las opiniones y los puntos de vista acerca del film Tu Me Manques y su presentación en Bolivia.  

Óscar Martínez y Fernando Barbosa en una escena de Tu Me Manques (2019)

Mary Carmen Molina Ergueta (MCME): Han pasado diez años desde que no estrenas un largometraje como director; aunque, hay que decirlo, este tiempo no has dejado de producir cine, sobre todo fuera de Bolivia. En este panorama, ¿cuáles son tus expectativas sobre la presentación de Tu Me Manques en el país?

Rodrigo Bellott (RB): Es mi película número 13 como productor, y mi número 4 como director, sin contar Rojo Amarillo Verde (2009), que es de tres directores (M. Boulocq, S. Bastani, R. Bellott). No he parado de hacer cine. En los últimos años he estado de productor ejecutivo, haciendo una o dos películas al año en Estados Unidos. Estar en un rodaje y poder hacer una película cada año es una bendición y un lujo, estoy feliz por eso. En cuanto a expectativa, no hay mucha expectativa, porque aprendí que, justamente cuando uno espera algo, sucede otra cosa y a veces lo diferente que sucede termina siendo mejor. Tu Me Manques es un ejemplo de eso. Hice la película con una urgencia de contar una historia personal, luego dejó de ser mi historia y empezó a ser la de mi elenco, la de los chicos que participaron en la obra de teatro en Santa Cruz el 2015, la de mi generación. Vimos el efecto que tuvo la obra de teatro con el público cruceño, e incluso con gente de La Paz que fue a ver la obra, solo por el impacto que tuvo el tema. Se trataba de algo que no tenía una visibilidad en un espacio social, entonces queríamos hacer la película para expandir ese efecto más allá de Santa Cruz y Bolivia. Así, la expectativa y la ambición era hacer una película global, universal, que pueda ayudar a tocar el corazón de muchos en el proceso. En términos comerciales o críticos no hubo nunca una expectativa, porque no se hizo la película pensando de esa manera. Entonces, el hecho de estrenar en el festival Outfest de Los Angeles ya era un premio, era un premio poder llevar a siete actores bolivianos a la alfombra roja de Hollywood y demostrarles que sí se puede hacer cine de calidad en Bolivia y con ellos como actores. El domingo vino de sorpresa el premio del jurado de Outfest a Mejor Guion y es muy especial, porque si hay algo a lo que le vengo dedicando tiempo es al guion. Desde la primera micro obra de 15 minutos que hice con Eduardo Calla (Excepciones, 2014), pasando por la obra de teatro que se convirtió en libro (Editorial La Hoguera, 2015 y 2019), hasta el guion que tomó dos años y medio en adaptarse, son cinco años de trabajo en un proyecto. El premio en Outfest nos ha mostrado que mientras más tiempo y dedicación le pones a un guion, más positivo es el fruto.

MCME: La película cuenta la historia desde el padre de Gabriel, un joven boliviano homosexual que vivía en Nueva York. Gabriel se suicida. Luego de confrontar a su novio a través de Skype, el padre viaja a Nueva York, donde vivía su hijo, para conocer cómo vivía y para conocer a quien era su novio. La película fue rodada en Santa Cruz y Estados Unidos, e inmediatamente eso me hizo pensar en Dependencia sexual, tu primer largometraje de 2003, también rodado en estas dos ciudades. ¿Cómo vuelves a esta conjunción de espacios?

RB: Creo que es una película que se parece mucho a Dependencia sexual en el sentido en que uso como punto de partida una experiencia personal. Y esa vivencia tiene que ver con los dos lugares donde más he vivido, Santa Cruz y Nueva York. Pero Tu Me Manques es una inversión de Dependencia sexual. En mi primer largometraje, un chico se va a Nueva York luego de vivir en una sociedad intolerante. En Tu Me Manques es al revés: luego de la tragedia, el boliviano vuelve a Bolivia a contar su historia. Para la obra de teatro y también para la película, fue un desafío armar un equipo de gente que tenga la valentía de contar su verdad en una sociedad muy atenta al qué dirán, al prejuicio social, a la aceptación social. Entonces, mi equipo son mis guerreros, los 30 chicos que hicieron la obra de teatro conmigo en 2015. Yo no quería hacer una traducción literal de la obra a la película. Entonces, la obra es un punto de partida para la película. En la obra vemos a un padre que encuentra la laptop de su hijo después del suicidio de este, y se da cuenta que su hijo tenía un novio en Nueva York. El padre lo confronta vía Skype como echándole la culpa por haberlo “convertido” en homosexual y haber causado su muerte. Y en ese proceso se da cuenta de que hay un chico en Nueva York que amaba a su hijo y que su hijo amaba. Hay una frase en la obra de teatro que fue quizás la que más impactó en Santa Cruz. El novio le dice al padre: “Vergüenza le debería dar a usted haber perdido a un hijo que nunca conoció”. Yo me quede con esa frase. Y ese es el punto de partida de la película. Ese padre que luego de la confrontación dice que necesita saber quién era su hijo y se va a Nueva York con este objetivo. Ahí es donde la película hace un giro raro.

El tiempo, los tiempos de la película

Los fantasmas de Gabriel. Tu Me Manques (R. Bellott, 2019).

RB: Uno de los retos más importantes ha sido contar la historia en cuatro tiempos: el tiempo presente (cuando el padre toma la decisión de viajar a conocer quién era su hijo, a través de sus amigos, de ver donde trabajaba, donde vivía), el tiempo pasado (dos años antes de la muerte de Gabriel), el tiempo futuro (luego de la confrontación, el novio decide volver a Santa Cruz a contar la historia a través de una obra de teatro), y un cuarto tiempo, que yo le llamo el subjuntivo, que es el ¿qué hubiera sucedido?, en un imaginario que está al interior de la obra de teatro que hace el novio. Es muy interesante lo que van a ver en términos de narrativa paralela, son cuatro historias paralelas que suceden en cuatro tiempos diferentes Me propuse jugar con esta posibilidad, desde el hecho de la muerte del hijo y el cómo hubiera sido él, ese tiempo subjuntivo que viene con el imaginario del arte. El teatro como instrumento juega un papel muy fuerte en la narrativa de Tu Me Manques.

MCME: Esta exploración del manejo del tiempo de manera no lineal es una constante en tu cine. ¿Cómo este trabajo formal se encuentra con el contexto de la película, la intolerancia a la diversidad sexual como fractura social?

RB: Creo que en Tu Me Manques encuentro el punto de convergencia, una solución a través de estos experimentos formales, estéticos, conceptuales. Hay dos cosas importantes: el tema de la memoria, cómo recuerdas a alguien que se fue, y quién recuerda a una persona. El padre tiene un recuerdo del hijo que es real, pero al mismo tiempo tiene una perspectiva. El novio tiene un recuero completamente diferente y hay una fracturación ahí, un desentendimiento entre dos perspectivas y, por lo tanto, entre dos identidades. “Mi hijo era alto”. “No, era bajo”. “Mi hijo era bien macho”. “No, su hijo era bien femenino, bien sensible. ¿Sabía que su hijo pintaba?” Para el padre eso es un signo de femineidad y debilidad, desde su concepción machista de la pintura. Entonces, me pregunté cómo hacía yo para explorar esos temas de fragmentación temporales y de la memoria. Por otra parte, creo que en la película estamos haciendo algo entretenido e interesante con el uso de tres actores simultáneos para el mismo personaje. Esto me permitió jugar con el tono. El actor tiene que tomar una decisión consecuente a lo largo de la película, que lo determine a tomar una serie de decisiones y a no tomar, por coherencia de tono, otras decisiones. ¿Qué pasa cuando entra este tiempo subjuntivo?, ¿qué pasa si, según la memoria, el recuerdo, esa persona es para uno una cosa y para otra persona es algo completamente diferentes? En Tu Me Manques jugamos con cosas que no se pueden trabajar de manera lineal, como el tono de los actores. Con los tres actores trabajé una diferencia de tono: uno está completamente enamorado, el otro no, y el tercero todavía tiene dudas. Esa pequeña diferencia de tono cambia todo. Y una frase cierra eso en la película: no vemos al mundo como es, vemos al mundo como somos nosotros. Esa fragmentación temporal y esa distorsión subjuntiva de una posibilidad que tiene que ver con cómo vemos el mundo y cómo nos sentimos, creo que es la solución que propongo a cómo vemos al otro diferente. Si lo vemos desde nuestro miedo, como una amenaza, eso genera miedo, agresividad, violencia. Si lo vemos desde el amor, desde la caricia, eso genera compasión, más amor. Al fragmentar esa manera de ver al mundo como somos, una idea muy confrontadora, nos damos cuenta que todo es realidad virtual filtrada por sentimientos y memoria.

Un otro otro en el cine boliviano

MCME: El gran otro del cine boliviano es el indígena. ¿En Tu Me Manques planteas una identidad diferente para este otro? Te pregunto también a raíz de algunos comentarios que se difundieron sobre la película, por ejemplo, acerca de la participación del primer actor trans de Bolivia.

RB: Aclaro: nunca dije que era el primer actor trans, sino que estoy trabajando con un actor trans. Mucha gente me ha dicho que hay muchos actores que hacen de mujeres. Eso no es un actor trans. Andrea es un chico trans que nació como mujer, pero vive su vida como hombre. En la película no hace de trans, él es un hombre en su vida diaria y hace de hombre. Eso es bastante transgresivo. Estamos acostumbrados a ver al homosexual haciendo de afeminado, vestido de mujer, o al travesti. Hay ese tipo de imágenes y ese espectáculo también lo aceptamos. Tengo muchos amigos que son travestis y son heterosexuales, tienen esposas, hijos, etc. Y en la película hay todo un diálogo alrededor de esta diversidad.

MCME: Y el problema es que estamos acostumbrados a querer encajar esta diversidad en una visión binaria del mundo.

RB: Claro, pero ahí aparece lo no binario. Saber diferenciar entre sexos, géneros y sexualidades es algo que no estamos haciendo. Cuando yo hable de trabajar con un actor trans para mí es un orgullo. En Estados Unidos se está peleando mucho por visibilizar a actores trans y darles oportunidad en el cine, pero siempre se les da oportunidad de hacer de trans: el trans hace de trans. Sin embargo, ¿cuándo ves a una mujer trans haciendo de mujer y punto? ¿Haciendo de mamá, no de mamá trans, haciendo de abogada, no de abogada trans? Me parece que con Tu Me Manques estamos dando un paso más adelante con el trabajo con Andrea, un chico que vive como hombre y hace un papel de hombre. No se cuestiona su condición de trans. Y la idea es que la gente pueda ver a Andrea como un actor en capacidad de hacer papeles de hombre. Ya no es un espectáculo, no es nada oportunista. Es abrir a una diversidad, y que esta diversidad no sea la única oportunidad de empleo para algunos profesionales. A veces esto es un factor limitante. Y todo esto no viene de una necesidad de hacer activismo ni proselitismo, sino de mostrar el mundo como yo lo veo. Mi mundo es así. Mi mentor es uno de los más importantes y primeros directores trans en Estados Unidos, él vive como hombre hace ya muchos años, y ha estado conmigo en todo este proceso. Entonces, una de las personas que más admiro es un hombre trans, que vive como hombre, tiene una esposa, heterosexual, que se define como mujer queer al estar casada con un hombre trans. Y ese es el mundo que me cuesta mucho explicar aquí. Entonces, me digo, ¿cómo hago para mostrar esto en mi película? Decido no tratar de explicarlo, sino mostrar mi mundo tal como es. Es el mundo con el que se encuentra el personaje de Óscar Martínez, el padre, un mundo donde no se discuten esas cosas, son normales, identidades que se ven más allá de un contexto de “oh, mira al trans”, para ver una persona.

Rodrigo Bellott en el rodaje de Tu Me Manques, con Rossy de Palma y Óscar Martínez.

MCME: ¿Piensas que la sociedad boliviana es tolerante a la diversidad de identidades sexuales y de género?

RB: Pienso que sí, cada vez más. Y mi creencia está en esta película, que muestra la diversidad como algo normal y como algo casual. Esto de lo que te hablo no es ni terciario en el film, ni siquiera se habla de esto, pero lo vas a ver. Y Tu Me Manques es una película boliviana. Para mi es importante que la gente se acostumbre a ver personajes diversos y que eso no interfiera con la historia principal. Y normalizar también desde el punto de vista de que esta no es una película sobre lo difícil que es ser trans o lo difícil que es ser negro o el racismo, sino completamente otra cosa. Por otro lado, tener ya a actores que sean abiertamente gays, en Santa Cruz y en Bolivia, que hagan personajes abiertamente gays, demuestra que estamos construyendo tolerancia. Lo mismo que tener actores heterosexuales que hagan escenas de sexo gay con la mayor tranquilidad, sin que ello implique un “ay, y ahora, qué va a decir su familia”.

MCME: La película se ha estrenado en el Outfest, una plataforma muy grande de cine LGTBQ. ¿Los festivales que vienen para Tu Me Manques son espacios similares, o se ha buscado una diversidad de festivales?

RB: Yo quería que se estrene en el Outfest porque había tenido experiencias muy lindas con mis películas Unicornio (2014) y Dependencia sexual (2003), y con el cortometraje Blokes (Marialy Rivas, Chile, 2010) y el largometraje Contracorriente (Javier Fuentes-León, Perú, Colombia, Francia, 2009). Además, es el festival LGTBQ más importante del mundo y es una plataforma muy importante, más allá de la diversidad de identidades que aglutina su selección. Pero en general, uno piensa en qué festival le puede dar mejor plataforma a la película, qué festival puede darte lo que necesitas para los próximos pasos. Outfest es un festival academy qualifying, es decir que si tu ganas un premio en Outfest puedes ser inmediatamente seleccionado para los Premios Oscar. Es el único festival LGTBQ que tiene esta característica.

Cine: herramienta y rearticulación

MCME: Mencionaste a Blokes, un cortometraje chileno dirigido por Marialy Rivas. Ella aparece en una reciente película del chileno Ignacio Agüero, Como me da la gana 2 (2016), en la que el director interrumpe varios rodajes para hacer una pregunta a directores y directoras: ¿qué es el cine?, ¿qué es lo cinematográfico? Para terminar esta entrevista, copiando un poco a Agüero, te pregunto lo mismo.

RB: Para mí el cine es la herramienta para entender el mundo, para darle sentido a cosas como la pérdida, el desprendimiento, la muerte, el dolor. El cine siempre me ha salvado la vida. Y esta película está basada en dos momentos muy fuertes en mi vida, que me salvan la vida, me permiten articular un aprendizaje, darle sentido a las cosas, entenderlas. Por ejemplo, entender que un padre homofóbico no es algo malo. Una de las cosas más lindas de esta película fue entender que el padre de la historia no era malo, ver a ese personaje con compasión, con empatía, su lucha interna, y ver que todo lo que hizo lo hizo desde su educación y su contexto, y que él quería darle lo mejor a su hijo. Pienso que mostrar al mundo con empatía y compasión es una gran herramienta, entender la humanidad de hasta la persona que te hace daño, y entender el amor como un proceso completamente selfless, despojado de tu ego, amar es dejar ir, es no sentirse afectado por tanto odio. Para mí, el cine es una herramienta para entender el mundo y para aprender a vivir las cosas que no se entienden, que hemos pre-aprendido desde el ego y el desentendimiento.

Por otra parte, para mí el cine es siempre ha sido una herramienta para desarticular y rearticular la masculinidad, y entender que ser hombre es muchas cosas. En Tu Me Manques juego mucho con la idea de lo binario, mostrar a hombres muy “masculinos” o muy “femeninos”, para desarticular esa idea. No es una película donde solo hay hombres, o esa no es la visión que me interesa dar. Hay dos mujeres muy fuertes en la película, en espectros completamente opuestos, protagonizados por Rossy de Palma y Ana Asensio. Pero, por otro lado, hay una deconstrucción de otros 54 personajes masculinos. ¿Cuál es el punto de convergencia de la masculinidad de estos 54 hombres?, ¿qué tienen en común desde su diversidad racial, económica, social, nacional, étnica? Estos hombres se relacionan con el mundo a partir de su raza, de su sexo, de su género, ¿cómo es su interacción con otros hombres, desde la confianza o desde la agresividad? Estas preguntas están entre tantas otras que he planteado y tratado de responder en la película. Por eso es un proceso bastante personal también. Al final, uno no hace cine para otros, hago cine para mí y en ese intento trato de que la gente pueda usar las herramientas que comparto para entender ellos su mundo.

Mary Carmen Molina

Mary Carmen Molina

Crítica e investigadora en cine. Editora de publicaciones especializadas en audiovisual boliviano. Programadora y productora de contenidos culturales vinculados a la difusión del audiovisual boliviano y a las mujeres este campo. Co-fundadora y co-editora de la página web Cinemas Cine (2009 y 2014). Gestora y curadora del ciclo Cine español en Bolivia (2013-2015) y del Encuentro de Cine de la Fundación Simón I. Patiño (2014-2018). Editora de contenidos impresos del Festival de Cine Radical (desde 2016) y de los libros Insurgencias. Acercamientos críticos a Insurgentes de Jorge Sanjinés (2012) y Latinoamérica Radical (2019), entre otros. Co-fundadora en 2019 de la plataforma digital www.imagendocs.com. Co-productora y co-conductora del programa radial Cine con Cristal, de Radio Cristal de La Paz, entre 2008 y 2012. Co-productora y co-conductora del programa radial La mirada incendiaria, de Radio Deseo de La Paz (desde 2016). Consultora en comunicación. Licenciada en Literatura y candidata a la maestría en Literatura boliviana y latinoamericana de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. Como investigadora en literatura, se especializa en literatura boliviana y literatura boliviana escrita por mujeres en el siglo XX, y representaciones de lo femenino en la literatura boliviana de principios del siglo pasado. Tiene artículos y estudios sobre las obras de María Virginia Estenssoro, Blanca Wiethuchter, Jaime Saenz, Oscar Cerruto, Ricardo Jaimes Freyre y Alberto de Villegas, entre otrxs autorxs. Fue parte del grupo de investigación La crítica y el poeta, de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, Bolivia, con varias publicaciones en volumenes colectivos (2011-2019).

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